miércoles, 2 de septiembre de 2009

Un hecho escolar



Me llegó a las manos este relato de un hecho real. Lo publico con el permiso de su autor. He cambiado los nombres:


Principios de Noviembre, hace ya mes y medio que comenzó el curso.
El nivel de llantos en la escuela infantil ha bajado considerablemente, había muchos niños nuevos y eso ha hecho que el periodo de adaptación fuera largo y duro.
Pero Roberto sigue llorando.
Todos los días llora. Durante mucho rato.
Las educadoras del grupo de 1 año le arrancan de los brazos de su madre para que ésta se pueda ir. Intentan consolarle pero Roberto sigue llorando. Toda la mañana llorando.
Una mañana sus educadoras deciden que es demasiado y que hay que poner fin al tema.

Elena, le dice: "Ya está bien, deja de llorar ya. Si vas a seguir llorando te quedas ahí". Le mete en el baño, donde los niños de dos años y las educadoras andan con los cambios de pañales, e intenta cerrar la puerta. Roberto sigue llorando, ahora más fuerte y mirando a ELena, los demás niños le miran a él.
"¡Uy, pobrecito!",le dice una de las otras educadoras a Elena "¿pero no te da pena, chica?"
"¿Tú sabes lo que es escuchar esto durante dos meses?" responde Elena.
"Sí, claro que lo sé", contesta la otra.
Roberto se calla entre hipidos y mira a Elena.
"¿Ya está?" dice ésta "Pues, hala, vamos a la clase".
Y los dos entran.


De este hecho se pueden sacar muchas reflexiones, y abrir incluso un debate. Escenas así ocurren a menudo en los centros escolares, y de la cotidianeidad hacemos normalidad.
Que unos niños se pasen dos meses llorando es un drama y no debería ser normal.
Que unas educadoras soporten durante dos meses el nivel de estrés que esto supone es un drama y no debería ser normal.
Que la solución pase por inhibir la expresión de sentimientos del niño es un drama y no debería ser "lo correcto".
¿Qué estamos haciendo con nuestros niños? Esto es una cadena social que nos afecta a todos, me explico:
- Vivimos un sistema económico que hace que unos pocos se lucren a costa del esfuerzo y sacrificio de muchos. Para que esto sea así, todos: hombres y mujeres, deben dedicar mucho tiempo al trabajo. Por lo tanto, no pueden atender y criar a sus hijos adecuadamente.
- Es por eso que el propio sistema crea recursos para (con poco dinero) "guardar" a los niños mientras sus padres y madres son explotados.
- Los niños desde muy pequeñitos son separados de sus madres, pero éstas aceptan porque les han vendido la milonga de que es educativo y bueno para los niños.
- Los niños lloran, sufren.
- Las educadoras/os, maestras/os, etc, que al final nos creemos eso de lo educativo intentamos hacer las cosas bien, pero el sistema económico, que no tiene previsto gastarse mucho dinero en los niños (porque si no sería más rentable dejar de explotar a las madres), no permite que las condiciones de las criaturas y de sus cuidadores sean las adecuadas.
- Los niños lloran y sufren más.
- Para tapar esto, se nos vende también la milonga de la autonomía y el control de las emociones, y obligamos a un niño de año y medio a tragarse sus lágrimas.
- Los niños no lloran, pero sufren mucho más.

Vivimos engañados, pero los que pagan el pato sobre todo son los niños y... vaya ¿quien va a sacar el país adelante dentro de cuarenta años? ¿Un Roberto resentido?












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